Trevejo es un lugar mágico de la sierra de Gata, en el noroeste de la provincia de Cáceres, a pocos kilómetros de Portugal y de Salamanca. Su ubicación estratégica en la cima de una montaña hizo que los musulmanes en el s. IX erigieran una fortaleza para defenderse de los ataques cristianos durante la Reconquista.
Sobre esta construcción se levantó un castillo medieval en el s. XV que fue ocupado por varias órdenes religiosas, entre ellas la Orden de Los Templarios y la Orden de Santiago. En los blasones enclavados en sus torres se puede observar quiénes eran sus legítimos moradores.
Durante la invasión francesa fue destruido, aunque aún conserva la base principal, la torre del Homenaje, parte de la muralla y una torre espadaña, que hoy en día se utiliza como campanario de la iglesia de San Juan Bautista. En el antiguo cementerio se conservan tumbas antropomórficas excavadas en la roca granítica.
Desde esta torre albarrana se divisan las montañas de Portugal, el embalse de la Atalaya y un paisaje de castaños, robles, olivos… Es una panorámica de 360º espectacular en las cuatro estaciones del año, especialmente durante el otoño y primavera.
Su atardecer cambia el tono verde de su paisaje por el anaranjado de los rayos del sol, creando una panorámica idílica, sin duda uno de los crepúsculos más espectaculares de la península.
La aldea de Trevejo está formada por un centenar de casas de piedra y apenas 20 habitantes que resisten el paso del tiempo. Su modo de vida tradicional y sus costumbres permanecen prácticamente intactos ante los cambios.
Esto es gracias a que, a excepción de fechas señaladas, la localidad recibe un turismo responsable y no invasivo. Lo cual es ideal para descubrir y callejear sus calles mientras escuchamos la naturaleza. El mérito también es gracias a su «alcaldesa». La vecina Adoración González Estévez, popularmente conocida como Chon, destacó por preservar y promocionar los encantos de este rincón de Cáceres. Hoy, su busto de granito podemos encontrarlo frente a su casa.
Qué hacer en Trevejo
Además de la visita al castillo y a la iglesia de San Juan Bautista, recomendamos perderse por las angostas calles de la aldea, donde podremos apreciar la arquitectura medieval de Trevejo.
Desde su casco histórico podemos realizar algunas de las rutas de senderismo más atractivas de la sierra de Gata. Una de ellas es la que llega hasta Hoyos por un antiguo sendero que discurre entre robles y castaños. Es una excursión de unos 7 kilómetros y cuenta con una dificultad media. Otras opciones es seguir los senderos que llegan hasta Villamiel (3,5 kilómetros), que tampoco presenta gran dificultad.
Aunque existen muchas más actividades. En Trevejo podrás ordeñar cabras y hacer con las manos tu propio queso. Podrás pisar la uva o hacer orujo en un alambique de cobre o, con un poco de suerte, encontrar alguna pepita de oro en las cuevas abandonadas hace varias décadas, bateando sus arroyos auríferos.
El encanto romántico que esta aldea impregna proviene de ser la última aldea del medievo extremeño.
Nacho Lozano
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Cuando todo esto pase si necesitan una peluquera en su hermoso pueblo, me anotó.
Saludos desde México