Trigueros del Valle, el primer pueblo en otorgar derechos a los gatos y perros
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19.02.2021
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8min. de lectura
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Corría el año 2015 cuando el ayuntamiento de Trigueros del Valle, un pequeño pueblo de Valladolid, declaraba en su pleno municipal que los gatos y perros de la localidad serían vecinos no humanos. La medida pretendía terminar así con el maltrato animal y el abandono, otorgándoles tutela y protección del ayuntamiento.
“Fue el primer pueblo del mundo en hacer un decreto”, nos dice Mariano Vallecillo por teléfono. Él fue el ideólogo de la iniciativa que dio la vuelta al mundo. “Cuando lo hicimos, nos llamó la representante de los diplomáticos y embajadores latinoamericanos para felicitar al pueblo. Tuvimos un gran impacto publicitario, salimos hasta en medios de Tailandia y se han interesado por él muchos pueblos de España y del extranjero”.
Vallecillo trabajaba de forma altruista en una ambulancia para animales que daba servicio 24 horas cuando pensó que los animales necesitaban mayor protección. “Un día hablé con el alcalde para considerar a los perros y gatos vecinos no humanos, ya que no se les puede dar la nacionalidad. Él me dijo: si salgo elegido, cuenta con ello. Y cumplió su promesa”, nos cuenta a EscapadaRural.
Para elaborar el decreto, Vallecillo dice haberse inspirado en la Declaración de los Derechos de Humanos de la Declaración de Independencia de los Estados Unidos y en la Declaración Universal de los Derechos Humanos de la ONU de 1968. Los 13 artículos que llevó al decreto son los siguientes:
Artículo 1
Todos los vecinos (humanos y no humanos) nacen iguales ante la vida y tienen los mismos derechos a la existencia.
Artículo 2
a) Todo vecino, humano y no humano, tiene derecho al respeto.
b) Los vecinos humanos, como especie animal, no pueden violar este derecho atribuyéndose el de explotar y/o exterminar a los vecinos no humanos y tienen la obligación de poner sus conocimientos al servicio de dichos vecinos no humanos.
c) Todos los vecinos no humanos tienen derecho a la atención, a los cuidados y a la protección por parte de los vecinos humanos que sean sus Tutores. En el caso de no disponer de ninguno pasarán a la tutela municipal.
Artículo 3
a) Ningún vecino no humano será sometido a malos tratos ni a actos crueles o degradantes.
b) Si es necesaria la muerte de un vecino no humano por razones veterinarias o de salud pública, esta debe de ser instantánea, indolora y no generadora de angustia, siendo siempre esta decisión debidamente razonada y justificada y efectuada por un veterinario.
Artículo 4
a) Todo vecino no humano que no disponga de tutela por parte de un vecino humano tiene derecho a vivir con dignidad bajo la tutela de la autoridad municipal, que dispondrá de las medidas oportunas para la vida feliz de dicho vecino no humano.
b) Toda privación de libertad de un vecino no humano, no razonada ni justificada adecuadamente por la autoridad municipal, incluso aquella que tenga fines educativos, es contraria a este derecho.
Artículo 5
a) Todo vecino no humano perteneciente a una especie que viva tradicionalmente en el entorno del hombre tiene derecho a vivir y crecer al ritmo y en las condiciones de vida y de libertad que sean propias de su especie.
b) Toda modificación de dicho ritmo o dichas condiciones que fuera impuesta por el hombre con fines mercantiles es contraria a dicho derecho.
Artículo 6
a) Todo vecino no humano que el hombre haya escogido como compañero tiene derecho a que la duración de su vida sea conforme a su longevidad natural.
b) El abandono de un vecino no humano es un acto cruel y degradante.
Artículo 7
Todo vecino no humano dedicado al trabajo tiene derecho a una limitación razonable del tiempo e intensidad del mismo, a un trato digno, a una alimentación reparadora y al reposo necesario.
Artículo 8
a) La experimentación con un vecino no humano que implique un sufrimiento físico o psicológico es incompatible con los derechos de vecindad no humana, tanto si se trata de experimentos médicos, científicos, comerciales, como de cualquier otra forma de experimentación, por lo cual quedan totalmente prohibidos en el término municipal.
b) Se potenciarán técnicas alternativas a la experimentación con animales, que ha de ser erradicada.
Artículo 9
a) Ningún vecino no humano debe ser explotado para placer o esparcimiento del hombre.
b) Los espectáculos que se sirvan de vecinos no humanos son incompatibles con la dignidad del animal, por lo cual quedad prohibidos en el término municipal.
Artículo 10
Todo acto consciente que implique la mutilación o muerte de un vecino no humano sin necesidad plenamente justificable y justificada es un biocidio y un atentado contra la vida.
Artículo 11
a) Todo acto que implique la muerte de un gran número de vecinos no humanos es un atentado tanto contra la biodiversidad y la vida de los animales no humanos como contra la dignidad del ser humano como tal.
b) La contaminación y la destrucción del ambiente natural conducen al biocidio y a la degradación del propio ser humano.
Artículo 12
a) Todo vecino no humano muerto debe ser tratado con respeto.
b) Las escenas de violencia que tienen por víctimas a vecinos no humanos deben ser prohibidas en espectáculos públicos, salvo aquellas grabaciones que tengan como finalidad dar muestra de los atentados contra los derechos del animal.
Artículo 13
a) Los organismos de protección y salvaguarda de vecinos no humanos deben ser representados a nivel municipal.
b) Los derechos de los vecinos no humanos han de ser defendidos por el Ayuntamiento, como lo son los derechos de los vecinos en general.
Según Vallecillo, en Trigueros del Valle apenas hay animales abandonados. Todos los perros tienen dueños. “En caso de abandono, el ayuntamiento es el que se encarga de ellos, como si fuera un incapacitado. Debe tutelarle, darle los cuidados veterinarios necesarios y vigilar que el propietario trate bien a sus animales. Evitar que fueran a la perrera y que fueran sacrificados», explica.
Además, si tienen una enfermedad incurable, el ayuntamiento tiene la obligación de darle una muerte digna con un veterinario. También deben esterilizar, alimentar y vigilar a las colonias de gatos.
La importancia de las colonias de gatos en los pueblos
Las colonias de gatos son indispensables para mantener la higiene y la seguridad de un pueblo. Sin ellos, muchas calles, e incluso casas de campo, estarían llenas de ratas o de insectos. “Es el mejor control biológico”, dice Mariano Vallecillo. Son capaces de terminar con plagas, por lo que reducen la transmisión de enfermedades, mejoran el crecimiento de las zonas verdes, protegen las zonas de cultivo de posibles roedores y reducen el gasto público en controles antiplagas.
Según Vallecillo, los gatos son los únicos animales que se han dejado domesticar porque ellos han querido. Es un intercambio: te cuido de tu granero y tú me das de comer. Forman parte de una fauna urbana muy importante, lo único que hay que controlar es la colonia. Esterilizarlos y asegurarse de que llevan una dieta equilibrada. No debemos darles de comer a parte, ya que puede ser tóxico o hacer que la colonia crezca y se desestabilice.
“En esa época en la que hicimos el decreto estábamos haciendo la campaña de esterilización de la diputación. Ver las colonias de gatos es mejor que estar en el Serengueti. Su comportamiento es muy curioso”, nos cuenta por teléfono.
Una iniciativa con premio
El decreto a favor de los perros y gatos de Trigueros del Valle fue galardonado en 2016 con el I Premio Capital Animal. Una plataforma que gestiona proyectos de arte y cultura centrados en la concienciación sobre los derechos de los animales.
Capital Animal declaró en su día a La Marea estar sorprendidos de que en una zona, que habitualmente es conocida por el trato cruel a los animales, se haya involucrado tanto en conseguir los derechos de gatos y perros. Como reconocimiento, un numeroso grupo de artistas como Ouka Leele, Carmen Calvo, Pierre Gonord, Estela de Castro, Enrique Marty y Montse Caraballo, entre otros, donaron al ayuntamiento obras de arte, libros y otros regalos.
“Los vecinos tenían poco entusiasmo y muchos pensaban que era una bobada, pero en obras de arte el premio dejó mucho dinero en el pueblo. Aunque no se supo aprovechar”, dice Mariano Vallecillo, quien veía una oportunidad para atraer al turismo con animales.
A raíz del decreto, España cuenta con un Código de Protección y Bienestar Animal que recoge los derechos de diferentes especies de animales.
Laura Fernández
Periodista, blogger y viajera. No necesariamente en ese orden. En ocasiones me despierto sin saber dónde estoy. Adicta a los cómics y a los noodles con salsa de cacahuete. Redactora en @escapadarural, colaboradora en la Conde Nast Traveler y en la Divinity. Mi casa: Meridiano180.
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A lo mejor tendrías que añadir que un vecino humano a muerto en el mes de diciembre porque un perro le atacó en su propio terreno. Que estamos llegando a un punto que los perros y gatos campan a sus anchas por las urbanizaciones y terrenos de las que somos propietarios y pagamos unos impuestos a este referido ayuntamiento y que los humanos para que los derechos de los ciudadanos no humanos hagan lo que les de la gana y campen en libertad no podamos ni salir a dar un paseo, ni podamos abrir la puerta de nuestra verja porque corremos el riesgo que estos perros tan ciudadanos nos ataquen o nos den importantes sustos, ya que la bromita está llegando a un punto de hasta jugarnos la vida y pensar en vender el terreno por no poder estar tranquilos.
La etología felina y canina en un caso como el de este pueblo…es un recurso indispensable para que todo esté en orden , no solo se trata de poner unas normas, pero también la gente ha de ser consciente de unos mínimos en cuanto a esto
Precisamente se trata de eso,si los animales están cuidados y controlados no da lugar a que ocurran estas cosas con lo que llegamos a la conclusión de que si se cuidan a los animales de rebote también cuidamos de las personas.
El primer paso es concederles derechos
El siguiente y no menos importante es educar a utilizarlos , y en eso al humano le queda mucho por aprender