Un pueblo sobre una mina de mercurio

Almadén, en Ciudad Real, se levantó sobre una mina de mercurio. Fue una de las reservas más grandes del mundo, y también de las más antiguas, pues ya eran explotadas por los romanos. Lo primero que nos viene a la cabeza es si es peligroso: “No, en absoluto. La mina no se trabaja desde el siglo XVIII y no hay ningún filón abierto”. Quien nos saca de dudas es Fernando Moreno, antiguo minero reconvertido a guía turístico del lugar.

Los antiguos trabajadores de la mina de Almadén continúan ligados al lugar mostrando su inmenso patrimonio. “Su historia impresionante”, defiende Fernando. «Las antiguas técnicas de extracción y los usos sorprendentes del mercurio”. Es visitable. Y Patrimonio de la Humanidad desde 2012.

El mayor yacimiento de mercurio del mundo

La mina cerró en el 2001, pero la actividad metalúrgica, los procesos de la industria, no cesaron hasta el 2003. “Siguiendo un dictamen de la Unión Europea se prohibió la venta de mercurio. Por ser un mineral tóxico, argumentan, a partir de entonces no se encuentran compradores”, explica Fernando. Pero, como señala más adelante, el mercurio tienen una variedad de usos increíble. Os sorprenderéis.

La de Almadén es la única reserva de mercurio de España y también de Europa. “No sé si también del mundo. Al menos es el mayor de los que se tiene noticia”, declara Fernando Moreno.

A los curiosos se les propone un recorrido de una hora de duración por una mina real del siglo XVII-XVIII que cuenta con un kilómetro y medio de longitud que nos permiten adentrarnos en las entrañas de la tierra y conocer la historia geológica de Almadén. Se han conservado y habilitado las galerías, los edificios e instrumentos. Se ha creado el museo y el centro de información. Se expone, según el propio Fernando, “una auténtica virguería”.

Al lado se mantienen también el antiguo hospital de los mineros. Allí se trataban sus enfermedades y los accidentes que pudieran tener. Comenzó a construirse en 1755 y se terminó 18 años después. Forma parte de la visita, aunque no es obligatoria. Por supuesto, recomendamos empaparse de todo cuanto el lugar ofrece.

De mineros a guías

El equipo de minas de Almadén y Arrayanes pasó de trabajar en la minería al sector turístico: como guías del complejo, como historiadores, testigos de su historia, como personal de atención al público y de mantenimiento.

El cierre de la mina no supuso su fin. Y a tenor de cómo cuenta la historia del lugar Fernando Moreno, no parece que haya personal mejor cualificados que ellos mismos. El esfuerzo de trabajadores y la conservación del lugar y la labor divulgativa han terminado por situar las minas de Almadén en la lista de Patrimonio Mundial de la Unesco.

Los usos del mercurio

Los usos antiguos y modernos del mercurio van mucho más allá de la fabricación del termómetro. Este mineral, lo descubrimos con el testimonio de Fernando, es increíblemente versátil.

Durante la época colonial, con el poder peninsular de los Reyes Católicos, el mercurio se utilizaba para extraer oro y plata. Es lo más parecido a la alquimia que nos han contado jamás: “El mercurio tiene la capacidad de engullir el oro y la plata, literalmente. También presenta la facultad de evaporarse a una relativa baja temperatura (300 ºC)”. Así que calentando el mercurio, al evaporarse, se conseguía extraer el oro y la plata de forma limpia.

Hay más. ¿De dónde pensáis que procede la mercromina? El propio Fernando Moreno es una mina de conocimiento:

— Nunca había asociado el nombre del medicamento con el mercurio.
— Pues ahí lo tienes, es óxido de mercurio. Pero también se ha utilizado para provocar determinadas reacciones en la industria química, para armamento según se dice, para fabricar pilas—dice Fernando.
— Vaya
—Habrá más de 3.000 aplicaciones del mercurio. Una más: los japoneses utilizan el mercurio en los cimientos de sus construcciones para otorgarles flexibilidad cuando sobreviene un terremoto.

Qué ver en Almadén

Aunque el Parque Minero de Almadén es el plato fuerte de una visita la localidad, lo cierto es que Almadén cuenta con otros atractivos con los que completar nuestro fin de semana. Después de una visita al Centro de Interpretación de la Minería, al interior de la mina y al Museo del Mercurio, donde podremos aprender sobre la historia de la localidad, no hay que perderse una visita a su plaza de toros, también Patrimonio de la Humanidad.

Esta plaza de toros es del siglo XVIII y, en sus orígenes, fue levantada para alojar a los mineros y a sus familias. En total, había unas 24 viviendas en las que habitaban unas 4 familias. Su patio interior, con forma hexagonal, hizo que años más tarde se aprovechase como plaza de toros. Hoy sigue en funcionamiento, aunque en las viviendas que la rodean fueron restauradas y convertidas en oficina de turismo, museo taurino, hotel y restaurante.

Otra pieza de gran valor del patrimonio de Almadén es el castillo de Retamar. Una fortaleza del siglo XII que fue levantada en lo alto del pueblo para defender sus minas de mercurio. Pasó por diferentes etapas. De hecho, la torre, el reloj y campanario que actualmente se conservan son del siglo XVIII. Desde su mirador podrás contemplar todo Almadén, el pueblo cuya historia siempre estará ligada a la minería.