Un viaje al mundo rural de nuestros abuelos en la Serranía de Yeste
Escrito por
29.05.2018
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4min. de lectura
En la zona albaceteña de la Comarca de la Sierra del Segura y rodeada por sus hermanos mayores –el Parque Natural de los Calares del Río Mundo y la Microreserva de Ardal y Tinjarra – encontramos la Serranía de Yeste.
La Serranía de Yeste es un exuberante vergel desconocido que sorprende al visitante con profundos y vertiginosos barrancos –ideales para la práctica de los deportes de aventura–, frondosos bosques por los que perderse durante horas y unas cristalinas aguas medicinales cortesía del Río Tus, un recursos hídrico que tiene su nacimiento en el corazón de la sierra y que constituye el principal reclamo turístico de la región. Sin ningún atisbo de duda, un enclave proyectado para la desconexión y el relax.
Y ¿qué hace tan especiales las aguas de la Serranía de Yeste? Su reconocimiento proviene del equilibrio en la concentración de socio, cloro y magnesio, recomendable para tratamientos respiratorios, reumatológicos y digestivos.
Propiedades curativas aparte, la Serranía de Yeste constituye un delicioso viaje al mundo rural de nuestros abuelos. Un escenario esbozado con maquinaria agrícola, aperos de labranza, casas de piedra y coloridas huertas, donde nuestro amigo el burro aún tiene mucho que decir.
Una entrañable escena que completan los no más de cien habitantes que viven en el puñado de aldeas que salpican la sierra. Vecinos que transitan por unas calles prácticamente desiertas en invierno pero que ven cómo se transforman por completo con la llegada de la alegría primaveral.
Y es que la primavera, junto con el cromático otoño, son dos de las mejores épocas del año para adentrarse por los caminos y sendas de la Serranía de Yeste. La ruta de gran recorrido GR 66 es uno de los senderos más atractivos de la sierra, pues unifica en la retina las singulares vistas de los tres calares albaceteños –el Calar de Osera, el Calar del Mundo y el Calar de la Sima–.
Los poco más de 5km de la conocida como Subida a Las Fresnedas es otra de las sendas de mayor popularidad de la zona por ofrecer una ventana abierta al espléndido Hueco del Tus. Un sendero que puede recorrerse a pie o en bicicleta y que pone en valor aldeas como La Moheda.
Estas rutas, al igual que el conjunto de la red de senderos de la Serranía de Yeste, no sólo permiten deleitarse con la diversidad de flora de la comarca sino que además permiten observar especies autóctonas como el buitre o el águila, recolectar preciados níscalos y setas y, siempre que se realicen entre los meses de septiembre y octubre, asistir a la berrea del ciervo.
El sofocante calor del verano, lejos de ser un contratiempo para disfrutar del entorno, es el perfecto aliado para darse un buen chapuzón en alguna de las numerosas piscinas naturales que existen por los alrededores. Entre las de mayor belleza tenemos la poza que forma el Río Tus a la altura del Molino del Jaraiz o la charca que surge a los pies de la Cascada del Arroyo, muy cerca de la aldea de Collado Torneno.
Como capital de la comarca, Yeste. Una localidad fuertemente comprometida con mantener y mostrar al visitante las costumbres, cultura y raíces de su pueblo. Un sentimiento que se transmite de padres a hijos y del que es fácil hacerse eco en el Centro de Interpretación Medieval y Museo Etnológico (ambos situados en el Castillo), en las cuidadas piezas de artesanía y, cómo no, en el mimo con el que elaboran cada uno de los platos de la auténtica gastronomía serrana.
Naturaleza, tradición y buena gastronomía. Tres ingredientes combinados con maestría en el cocktail de la Serranía de Yeste para ofrecer una escapada rural de ensueño.
Elísabet García
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