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Podría ser cualquier pueblo típico de la región de Trás-os-Montes, pero la particularidad de estar situado en una estrecha península hace de Vilarinho de Negrões uno de los pueblos más pintorescos de Portugal.
A menos de 30 kilómetros de la provincia de Ourense, Vilarinho de Negrões flota sobre el embalse del Alto Rabagão, casi como si este pedazo de tierra se hubiera salvado milagrosamente de la crecida del río.
Además de su peculiar ubicación, el pueblo cuenta con un patrimonio único que merece la pena conocer y explorar. Las casas típicas de la comarca son de granito -este material es abundante en la región- y están bien conservadas. La gran mayoría de casas conservan la fachada original.
Es un placer pasear por las calles del pueblo y descubrir cómo viven los vecinos. En las casas de dos plantas, la planta superior se destina a vivienda y la planta baja se reserva para los animales y para el almacenamiento de materiales agrícolas. Es fácil ver qué casas siguen habitadas: jarrones y maceteros con flores en las escaleras, la ropa colgada de la cuerda, el perro en la puerta. Pero también hay otras que se encuentran visiblemente abandonadas y en ruinas.
Antes de llegar a Vilarinho de Negrões, haz una parada a orillas del embalse para disfrutar de la espectacular panorámica del pueblo que refleja su belleza en esas tranquilas aguas.
Vilarinho de Negrões es el destino ideal para un fin de semana en familia o con amigos o incluso para pasar unos días en solitario, en plena introspección y conexión con la naturaleza.
¿Qué visitar cerca de Vilarinho de Negrões?
Aprovecha para visitar otros lugares igualmente magníficos cerca de Vilarinho de Negrões, como el pueblo de Negrões, que cuenta con un horno comunitario íntegramente de granito. La región de Trás-os-Montes aún preserva la cultura tradicional comunitaria de sus pueblos, con usos y costumbres que reunían a las personas para trabajar, comer y divertirse.
Negrões es un lugar increíble para quienes disfrutan de la observación de aves, particularmente somormujos y otras aves acuáticas. En este pueblo también puedes visitar una pequeña iglesia.
Luego, continúa el camino hasta la villa de Ribeira de Pena, conocido por el cultivo de vino verde, maíz y lino. En este pequeño pueblo existe un importante patrimonio religioso, por lo que es imprescindible visitar la iglesia de Canedo y Cerva, la capilla de São Pedro, la iglesia del Salvador, la iglesia de Santa Marinha, las capillas de Senhora da Guia y Granja Velha.
No puedes dejar de visitar la histórica villa de Montalegre y conocer su castillo, que comenzó a construirse durante el reinado de Dom Alfonso III, hacia el año 1270. Fue restaurado en los siguientes reinados, destacando la construcción de la torre del homenaje. Está clasificado como Monumento Nacional y en el siglo XX se instaló aquí un centro museístico.
Junto al castillo se encuentra el puente romano de Montalegre, ya que fue construido durante la época de ocupación romana de este pueblo. El puente tiene un solo arco y el tablero ha sufrido numerosas modificaciones a lo largo de los siglos.
¿Qué hacer?
Si te gustan las rutas de senderismo como una forma de explorar una región, entonces ponte tus zapatillas más cómodas y sal al camino. Uno de los mejores senderos conecta Negrãos con Alto Rabagão y tiene 17 kilómetros de longitud. Desde esta ruta tendrás fantásticas vistas de la presa del Alto Rabagão y pasarás por los bonitos pueblos de Alturas de Barroso y Artilhó.
Otra ruta -ésta más accesible- es el sendero que rodea Vilarinho de Negrões, de 11,5 kilómetros de longitud. Pasa por la orilla y los senderos de la presa de Pizões, Alto Rabagão y Montalegre.
¿Dónde probar las delicias de la región?
Es imposible visitar Trás-os-Montes y no disfrutar de los platos típicos de la región. Haz una pausa en tu ruta para disfrutar de la mejor carne barrosã -una carne con Denominación de Origen Protegida-, deliciosos embutidos, acompañados, por supuesto, de los mejores vinos.
Ângela Coelho
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