Candeleda es uno de esos pueblos bonitos que has de visitar si te gusta el turismo rural. No solo por el propio pueblo, que tiene su encanto, sino también por el entorno que lo rodea, al sur de la Sierra de Gredos, con unas vistas privilegiadas de las montañas y un clima peculiar al estar al cobijo de la sierra, rodeado de ríos y gargantas, pero también de bosques y bellos parajes que harán las delicias de cualquiera.
La población está situada en la zona sur de la provincia de Ávila. Casi en el límite con las comunidades de Extremadura y Castilla-La Mancha, entre el Valle del Tiétar y La Vera. Por su situación, siempre he pensado que posee una curiosa mezcla de todo lo bueno de estas zonas, tanto por su arquitectura como por su gastronomía.
Si piensas visitar Candeleda, has de saber que es un lugar ideal para cualquier época del año. Aunque para mi gusto lo mejor es el otoño o la primavera, por su variedad de colores. Pero también el invierno tiene su encanto por las vistas a las montañas nevadas, y el verano para disfrutar de los ríos y piscinas naturales que salpican todo Gredos.
La mejor forma de situarse en el lugar es paseando por las calles de la población. Sus gentes se dedican a la ganadería y la agricultura principalmente, pero también al turismo rural y la elaboración de productos alimentarios de calidad, como el pimentón.
Un buen punto de partida para una ruta por el pueblo puede ser la Plaza del Castillo. Aquí, en su día, hubo una fortaleza perteneciente a los Condes de Miranda, aunque en la actualidad hay una glorieta y una zona peatonal con terrazas para tomar algo con el buen tiempo. Ni rastro del castillo que fue destruido hace ya mucho tiempo.
Estrechas callejuelas nos llevan directamente hasta la Plaza Mayor. En ella destacan el edificio del Ayuntamiento y el del Museo del Juguete de Hojalata, con sus llamativos balcones siempre cubiertos de coloridas flores. Si continuamos perdiéndonos por las calles de su judería, llegaremos hasta la Parroquia de Nuestra Señora de la Asunción, la bonita iglesia de Candeleda.
Durante el trayecto encontraremos además la Ermita de San Blas, el Museo Etnográfico, el Rollo Judicial y la Casa de la Judería de Candeleda. Y por supuesto, callejones con encanto, casas de piedra, llamativos balcones de madera y flores, muchas flores. Cada puerta, ventana o soportal nos transporta a una época diferente.
En los alrededores de Candeleda tampoco te aburrirás. Además de las mencionadas piscinas naturales, podrás disfrutar de rutas de senderismo para todos los gustos. Una de las más destacadas es la que va desde Candeleda hasta La Puente del Puerto, introduciéndose en la Garganta de Santa María hasta un bonito puente medieval atravesando zonas muy bonitas, especialmente en otoño. Pero si eres más valiente, puedes aventurarte a subir a la cara norte de Gredos y llegar hasta el Circo de Gredos y su Laguna Grande. Tú decides.
Si por el contrario buscas planes más tranquilos, te recomiendo que no te pierdas el Santuario de Nuestra Señora de Chilla y el Castro Celta de El Raso. Ambos muy cerca y muy recomendables.
Para llegar al Santuario tendrás que salir del pueblo en dirección a las montañas. Allí, además de visitar el lugar y contemplar de cerca la majestuosidad de la Sierra de Gredos, tendrás unas vistas privilegiadas del Valle del Tiétar.
El Castro Celta de El Raso no te dejará indiferente. Durante un buen rato podrás caminar entre restos de lo que siglos atrás fue una ciudad celta, en muy buen estado de conservación. Para que te hagas una idea, en el interior de un grueso muro de piedra habían cerca de 500 casas que dieron cobijo a unas 2.500 personas. Impresionante, de verdad, sobre todo si tenemos en cuenta que tiene más de dos milenios de antigüedad.
Si te gusta el avistamiento de aves, estás en un lugar perfecto para ello. Muy cerca de Candeleda está el Embalse de Rosarito, con observatorios como los de Las Tejoneras y Laguna de El Rincón. También la zona del Puerto del Pico en la Sierra es un buen lugar para ver pájaros.
Y si quieres conocer otros lugares de interés en la zona, te recomiendo que te dejes caer por Arenas de San Pedro u Oropesa, ambas con bonitos castillos, o que te desplaces un poco hasta la Comarca de la Vera extremeña. Incluso puedes dar una vuelta por los pueblos de la cara norte de la Sierra de Gredos. Todo ello a menos de una hora en coche. ¿Te animas?
Pero esto no es todo, en Candeleda se come francamente bien. No puedes irte de allí sin probar su cabrito y su Queso de Cabra. Pero tampoco otras carnes y platos típicos de la zona como las Patatas Revolconas o las Migas. Sal a la calle y pregunta a los locales por un buen sitio para comer, seguro que cualquiera que te recomienden te dejará bien satisfecho.
Víctor Ferrando
Etiquetas
Si te ha gustado, compártelo